En Koali diseñamos nuestros cargadores pensando en tu tranquilidad, y por eso queremos compartirte esta guía esencial con todo lo que debes tener en cuenta para usar tu Koali de forma segura y responsable.
✅ ¿Quiénes pueden usar el cargador Koali?
Nuestros cargadores están diseñados para bebés desde los 9 meses (cuando ya se sientan por sí solos) hasta niños de máximo 4 años o 20 kg (44.4 lbs). No se recomienda su uso en bebés menores de esta edad ni en niños que aún no mantienen la cabeza erguida por sí solos.
💺 Posición ergonómica y saludable
Tu bebé debe ir siempre sentado, mirando hacia ti, con la cola apoyada completamente en el asiento de tela.

Las piernas deben quedar en forma de “M”: las rodillas más altas que las caderas, favoreciendo así un sano desarrollo de la cadera.
Esta posición es recomendada incluso en casos de displasia de cadera tratada con férula de Milgram.
🔁 Alterna el hombro de carga
El cargador puede colocarse en cualquiera de los dos hombros. Te recomendamos alternar para evitar molestias o sobrecargas, especialmente durante paseos largos.
⚠️ Recomendaciones clave de uso seguro
Antes de usar: afloja la correa para colocar cómodamente al bebé.
Una vez sentado, ajusta bien la correa para que el niño quede pegado a tu cuerpo.
Nunca te inclines desde la cintura. Si necesitas agacharte, hazlo doblando las rodillas.
Nunca uses el cargador durante actividades deportivas, cocinando o limpiando con productos químicos.
No conduzcas ni seas pasajero con el bebé en el cargador.
Riesgos de sofocación: lo que debes saber
No uses el cargador Koali con bebés menores de 6 meses.
No ajustes el cargador tan fuerte como para limitar el movimiento de la cabeza del niño.
La cara del bebé debe estar siempre visible y libre de obstrucciones.
Si tu hijo tiene un peso bajo al nacer o alguna condición médica, consulta con un profesional antes de usar el cargador.
Inspección y cuidado del Koali
Antes de cada uso, verifica que la hebilla y los ajustes estén bien asegurados.
Revisa costuras, correa, tela y hebilla. No lo uses si encuentras partes sueltas, rotas o dañadas.
Para lavarlo, colócalo dentro de una malla protectora y usa ciclo delicado con agua fría. Sécalo a la sombra para conservar su resistencia y suavidad.




